miércoles, 13 de junio de 2012

maldito enfermero


El otro día fui a hacerme un chequeo médico. Odioso, a quién le gusta someterse a esas pruebas? Pero necesario.
Me desperté un sábado a las 6 de la mañana, habiendo ayunado un viernes y me dirigí al Sanatorio. Imaginen la fórmula SÁBADO – 6 AM – AYUNO – AGUJAS. El pirevai era indescriptible.
Pasé por varias salitas, laboratorio, sangre, pis, rayos X. Hasta ese punto todas las personas que me atendieron se portaron más que amables. Eso es bueno ya que se aguarda muchísimo en las duras sillas de la sala de espera para que te toque el turno. El próximo estudio que debía realizarme era el electrocardiograma, y la rutina consistía en pesarme, medir la altura y después recién conectarse a la maquinita.
El enfermero, cuando llamó mi turno ya tenía luego una cara de cachiai. Yo con pirevai in crescendo (eran las 10.30 hs, había llegado a las 7 puntualmente). Al entrar a la salita me saluda con un: “Pero que cara de dormida que tenés che” simpático guaú. Ahí le pregunto qué tenía que hacer y me dice: “Vamos a pesarte primero”. De mala gana me saco los zapatos y me subo a la balanza, sin ninguna señal ni ánimo de “chistear” con él. Me pesa, y me pregunta: - “Cuánto solés pesar?” - “TANTO” le contesto y ahí dice mirando los números de la balanza: “Jijiji no soy el más pesado aquí por lo visto…”. PLOP. Agrega: “Va con onda, con humor, nadie elige su peso”. MORÍ.
Pregunto: qué clase de profesional lo que sos para bajarle esos comentarios?
Yo pio le digo a mis clientes (soy abogada): “Uy parece que alguien se va a ir a Tacumbú y no soy yo” “Ay! parece que no soy la más quebrada de la sala jijiji”… NO! Porque estoy trabajando carajo y respeto a la gente. Me imagino que el tipo este habrá visto gente de todo tipo y de todos los tamaños y pesos como para hacerse del simpático o sorprenderse a mis costas.
No es que yo sea extra sensible.
Pero no me espero del banquero que me diga que estoy pobre riéndose o de la depiladora que se ría porque soy un mono. No! Acudo justamente a esta gente porque SE SUPONE son profesionales y tienen su ética laboral y de servicio que no permite hacer sentir incómodo al cliente/paciente lo que sea.
Entonces, no habiéndole dado pie a este tipo para que se haga el simpaticón, pregunto: POR QUÉ NO SE AGUANTÓ? Por mí que piense lo que quiera, pero el no tiene derecho a boludear así con un paciente. Loco, estudiaste, es-tu-dias-te años para hacer lo que estás haciendo, y se supone que algo has de saber por eso estás en el mejor centro médico de la ciudad, así que UBICATE.
Lo peor del caso es que el test requería que me saque la remera para conectar los cablecitos de la máquina. Pregunto de nuevo: si a mí me hizo un comentario por gorda, le hace algún comentario análogo a las tetonas? “Ay que grandes esos melones” jijiji” O a las flaquitas? “Ay! Parece que se te va a salir todo tu hueso jijiji”. Espero de corazón que no sea así.


Bonus: Esto me hizo acordar a un video de CUALCA que tiene más o menos algo que ver y es sobre los servicios médicos y sus desubicaciones. Les paso el link porque soy re buena onda y definitivamente no soy la más pesada de la sala:http://vimeo.com/42409237

lunes, 11 de junio de 2012

Cambios


La gente se hace de la diplomática, pero obvio NO ES.
Pasa que me mudo, cambio de mi trabajo, mando todo 
a la mierda y me voy lejos.
Es un buen cambio para mi, profesional, de plata, de aires 
de todo.
Pero qué es lo único que me resalta la parentela? 


“Te va a hacer de bien el cambio, seguro que bajás de peso y todo”.


PUTA.
A nadie le calienta que sos super capo en tu profesión y que 
estás creciendo.
A nadie le calienta que por fin vas a desalojar tu domicilio abandonando la estadística del treintañero malcriado.
A la gente solo le calienta que cualquier cambio radical te 
cambie el chip y mágicamente bajes de peso.
Eso… y por supuesto que consigas chongo. 


No vaya a ser que te quedes solterona.